PERIODISTAS DEL MUNDO UNIDOS

Sres. Eurodiputados de España: Acabo de leer la amenaza que se cierne sobre una vil conculcación de uno de fundamentales derechos del hombre, cuyo origen está en la Carta de los derechos del hombre que se proclamó durante la revolución francesa.                 ¿De quién puede haber sido tan aberrante idea, que a él mismo se le estaría negando tal derecho de admitir el ejercicio de la libertad de pensamiento, expresión e información de otros congéneres de la humanidad, más sabios que él? ¿Es que   tal vez sufra de demencia senil, y sus horas le son cortas y ya no tiene nada que aprender, como no es   el caso de millones de millones de niños, adolescentes, jóvenes, hombres y mujeres de mediana edad hasta la tercera edad y más allá de ella, ansiosos, muy ávidos y urgidos de aprender, muchos de estos ejerciendo la docencia y con maestría genial divulgando la cultura del mundo desde las más pletóricas edades hasta nuestros días y los advenimientos futuros. Su idea es inaudita. P

          Distinguidas autoridades, de nuestra consideración:        Me dirijo a ustedes en nombre de los pueblos hermanos de la comunidad mundial, ante la grave y muy lamentable situación que está sufriendo el hermano país de Grecia, padre de la más valiosa cultura que puede haber legado la historia de esta región del mundo, cuya humanidad ha gozado,   está gozando y seguirá gozando de sus altos valores humanos desde la institución de su pletórica Atenas, cuna de la cultura y sabiduría más resaltantes   y antiquísimas de todas nuestras sociedades.        Pensamos que, a esta antigua civilización es mucho, muchísimo lo que hoy le debe la humanidad de nuestra tierra, representada por los gobiernos de todos los países que la integran, especialmente ustedes, la comunidad europea, en la cual se halla inmersa.        Desde los inicios de la educación a través de los siglos de nuestra civilización, comenzando en los primeros años escolares de los niños y continuando hasta   los añ